Pan de muerto


Esta entrada va a ser un poco extraña, pero la verdad es que no podía contener mi emoción al lograr hacer mi propio pan de muerto: al estar lejos de mi país el anhelo de comer pan de muerto era el doble, así que decidí aventurarme a hacerlo yo misma, con la ayuda de mi novio. No sabemos si fue suerte de principiante, o en verdad tenemos talento para la panadería, pero fue un éxito rotundo, no saben la emoción que se siente al probar el pan recién salido del horno y después de 5 horas de trabajo comprobar que valió la pena. 

La receta no es de mi autoría, les dejó los links de donde los obtuve, que por cierto nos equivocamos muchísimo en los pasos, y aún así resultó, así que insisto en que fue milagroso jajaja.

Ingredientes:
  • 100 gramos de mantequilla sin sal
  • 1 cucharita de ralladura de cáscara de naranja
  • 1/4 cucharitas de levadura seca instantánea
  • 2 tazas de harina de trigo
  • 2 piezas de huevo
  • 1/3 taza de leche de vaca
  • 1/2 cucharita de sal
  • 1 cucharita de esencia de naranja o esencia de azahar
  • 1/4 taza de azúcar blanca

COMENZEMOS:

Sacar la mantequilla del refrigerador para que ponga a temperatura ambiente sin que se derrita. Hacer la ralladura de la naranja. Cernir la harina. Batir los huevos.



Disolver la levadura en la leche, agregar una cucharada de azúcar y ¼ de taza de la harina. Mezclar con el batidor de globo. Dejar reposar en un lugar cálido durante 10 minutos hasta que se esponje un poco. Sobre la mesa, colocar la harina restante y mezclar con la ralladura de naranja. Formar un volcán que tenga el centro grande y las paredes no muy altas. 


 Colocar en el centro del volcán la mezcla de harina con levadura y los huevos batidos. 



 Incorporar la parte líquida desde el centro con los dedos, teniendo cuidado de no romper el volcán.
Una vez que se tiene todo incorporado, agregar la mantequilla y continuar incorporando ahora amasando con las dos manos durante 5 minutos. 



 Agregar el azúcar, la sal y la esencia de narnaja. Continuar amasando. La masa será pegajosa, importante no agregar más harina.





  Continuar el amasado durante 45 minutos hasta que la masa sea suave y se despegue con facilidad de la mesa. Si la masa sigue siendo pegajosa después de 45 minutos de amasado, agregar un poco más de harina (no debe ser más de 1/3 de taza).  (CABE RESALTAR QUE NOSOTROS SI AÑADIMOS MUCHA MAS HARINA PORQUE EN VERDAD ERA UN DESASTRE NUESTRA MASA Y NO SE LE QUITABA LO PEGAJOSO)





Untar un tazón con un poco de aceite vegetal y poner la masa dentro de él. Cubrir con un trapo húmedo y dejar reposar en un lugar cálido durante 60 minutos o hasta que doble su tamaño.
Sacar la masa del tazón y colocarla sobre una mesa ligeramente enharinada, dividir en cuatro porciones iguales, cortando con un cuchillo húmedo sin estirar la masa. 



 Cortar una tercera parte a cada porción para hacer la decoración de arriba.   



Enrollar la parte grande de cada porción en forma de bola y colocarla en la charola de galletas previamente engrasada y enharinada. Colocar cada bola bien separada ya que se inflarán. Espolvorear las  porciones reservadas para decorar con suficiente harina. Amasar en forma de palitos largos. Doblarlos a la mitad para encontrar el centro y cortar una pequeña porción del centro para hacer una bolita, colocarla en la charola junto a las bolas grandes. 



Extender los dos tubitos de masa que quedaron al cortar la bolita con los dedos separados, utilizando 3 dedos de la mano derecha y dos de la izquierda, amasando  de manera de formar una especie de “huesitos” como los de la columna vertebral. Colocar los dos tubitos de huesitos entrecruzados sobre cada bola de masa en la charola. 


 Dejar reposar las bolas de masa ya formadas sobre la charola durante 60 minutos para que se inflen hasta que doblen su tamaño, cubriendo con un trapo húmedo y colocándolas en un lugar tibio. 
Antes de hornear, poner un poco de agua en el centro de cada forma de masa y colocarle una bolita reservada.


Precalentar el horno a 350° F (175° C). Hornear  durante 30 a 40 minutos hasta que los panes se vean dorados.




Sacar la charola del horno y dejar enfriar 30 minutos.



Untar mantequilla derretida con una brocha a los panes y espolvorear con azúcar granulada.



Mi recomendación es que en verdad lo hagan con mucho amor y con mucha paciencia, porque al final la satisfacción de haberlo hecho tu no tiene precio, y el sabor es incomparable, sobre todo si estas lejos de casa. 

Y por último el soundtrack del día: 

La gente pasa y se desplaza
A lo largo y ancho del mundo terrenal
Unos nacen y otros hacen
Planes de partida en la notaria habitual
Y a fin de cuenta somos pasajeros solos
Con distintos destinos y maneras de llegar
Cada uno lidiando con sus dioses y diablos
Por teléfonos y radios con señal satelital

Y dicen que para encontrar nuestro camino
Hay que escuchar al corazón
Para no andar caminando de lado
Y alguien dijo alguna vez
Que lo único que necesitas es amor
Finalmente le creo.

Creo en el amor es mi salvavidas
Creo en el amor sana las heridas
Creo en el amor es mi salvavidas
Guarda en la memoria las fotografías.

Hoy es día de muertos
Nada está abierto en la Ciudad de México
Parece descansar
Unos extrañando y otros imaginando
Qué harán cuando alguien especial les llegue a faltar
Y dicen que para irse en paz
No hay que tener el pecho a punto de explosión
Aprovechar al que tienes a lado
Y alguien dijo alguna vez
Que lo único que necesitas es amor
Finalmente le creo, finalmente le creo.

Nunca deja morir ni ausentarse
Al que tuvo que irse antes
Nunca deja morir ni ausentarse
Al que tuvo que irse delante.


Creo en el amor
Creo en el amor.













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