Red as blood

La sangre: vida, pasión, dolor, intensidad, sacrificio y muerte. Cuantas cosas caben en ese líquido rojo...

Hace unos domingos mi pastor habló acerca de que todo lo que disfrutamos en la vida está bañado por la sangre del Hijo de Dios, y me puse a pensar  en ello y tiene razón. La Biblia dice que Dios es bueno con los justos e injustos, que Él le ha abierto las puertas a todos por igual, y es a través de Jesús. He escuchado que en estos tiempos muchos piensan que todos los caminos llevan a Dios, pero la realidad es que sólo por medio de Jesús hay verdadera salvación, pues ¿cómo puede uno ganarse el favor de Dios? ¿Cómo podría un ser humano pecador e imperfecto merecer algo de un Dios totalmente santo y perfecto? Todo lo que recibimos de Dios es por GRACIA, y eso aunque suene duro de escuchar, son en realidad buenas noticias, ¿porqué? pues por que ya no recae en nosotros, todo el castigo que merecíamos cayó sobre Jesús, toda la separación Jesús la quitó, toda la imperfección, todo lo incompleto, todo el dolor, la culpa, TODO, Jesús ya lo quitó y lo pagó, y eso nos libera del peso de la condenación. Ya no se trata de nosotros, sino de Él. No es por lo que nosotros hicimos, sino por lo que Él es. No es por lo que somos nosotros, sino por lo que hizo Él...

Quizá muchos resulten ofendidos al decirlo, pero todos todos todos hemos pecado, y si somos honestos con nosotros mismos, TODOS necesitamos perdón, ese perdón está en la sangre de Jesús. Y lo digo por mí, todos los días necesito misericordia, gracia, paciencia y perdón; eso nos hace humildes. 

Pero la sangre de Jesús no se detiene a lavarnos y hacer blancas nuestras vestiduras; nos devuelve a la posición original, a la que Dios quería, es decir que Dios se hizo Hijo del Hombre para que nosotros pudiéramos llamarnos hijos de Dios. 

Eso renueva nuestra identidad, ya no somos esclavos del pecado, ni del temor, ni del ego, ni de los placeres de este mundo; en Cristo somos muy amados, somos vencedores, somos adoptados, somos nuevos, somos redimidos, elegidos, comprados a precio de sangre.

Preciosa sangre...