BARBIE GIRL
FOTOGRAFÍA: Christian Cardiel
ESTILISMO: Romina Gómez
Me preocupan los conceptos de belleza actuales, y lo digo desde una posición como alguien que siente que está dentro de una de las industrias que se consideran más obscenas y banales. Todo parece tan plástico... El otro día veía un mini documental acerca de niñas de 10 a 13 años hablando sobre su enorme preocupación de no ser bonitas y de no verse como Kylie Jenner; honestamente fue un poco perturbador. Estoy consciente de que la cultura que hoy en día se venera es la del cuerpo perfecto, la ropa perfecta y el maquillaje con contouring, hasta cierto punto me siento culpable de también estar cayendo en eso, y creo que el punto no es si uno es bonito o no, o se ve bien en las fotos o no; el verdadero problema está en el corazón (y lo digo comenzando por mí). Tenemos una caótica necesidad de afirmación, de que la gente sepa que somos buenos en algo, o que nos llenen de likes para saber si soy guapo. Todas estás cosas se van a desvacener, la juventud se va a ir, y la ropa va a pasar de moda; pero nuestro corazón va a seguir siendo el mismo. ¿A qué voy con todo esto? obviamente no estoy diciendo que dejemos de usar las redes sociales, más bien que nos preguntemos donde esta nuestro enfoque y cuales son nuestras intenciones detrás de cada fotografía que subimos. El otro día Dios me hablaba muy claro acerca de esto diciéndome:
"Que su belleza no venga de los adornos externos, como peinados exagerados, joyas de oro o ropa fina. Su belleza debe venir del corazón, del interior de su ser, porque la belleza que no se echa a perder es la de un espíritu suave y tranquilo, valioso ante los ojos de Dios." 1 Pedro 3:3-4
Hay belleza real que no se desvanece cuando sabemos quiénes somos y cuando nos damos cuenta que no tenemos nada que comprobarle a nadie. Estás fotos hablan de eso, de que tan brillante y fabulosa se ve la vida de la Barbie Malibu, pero es plástico y se derrite al sol. Hay algo más valioso guardado en el interior de una persona real de carne y hueso, con errores y aciertos, que ama aunque le duela y decide dar su vida por amor a otros. Lo contrario a una Barbie. Mi anhelo es poder llegar a ser eso, aunque la tentación sea grande, de vivir enfrascado en uno mismo y en nuestro egoísmo; mi oración es que mi corazón sea libre de todas las cosas que lo atan y lo enredan como la comparación, los celos, las envidias, el egocentrismo, la vanidad... que todo eso caiga y de paso al amor y la libertad.




Me gustó mucho, sobretodo tu oración al final, muchas necesitamos declararlo! Bendiciones!
ResponderEliminar¡hola Karina!!! ¡que bonito saber que te gustaron! si, definitivamente necesitamos orarlo siempre <3 Dios te bendiga!
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