Cicatrices y tatuaje
FOTOS: Judith Castro
MAQUILLAJE: Alejandra Ascencio
Producción/estilismo de moda: Romina Gómez
Las cicatrices y los tatuajes tienen varias cosas en común, ambos los llevas en la piel y no se quitan jamás...
CS Lewis dijo una vez:
"Ama cualquier cosa y tu corazón seguramente será estrujado y posiblemente, roto. Si quieres asegurarte de mantenerlo intacto, no debes darle tu corazón a nadie, ni siquiera a un animal.. Cúbrelo cuidadosamente con pasatiempos y pequeños lujos; evita cualquier enredo; guárdalo bajo llave en al atúd o el féretro de tu egoismo. Pués en ese féretro -seguro, oscuro, sin movimiento y sin aire- cambiará. No lo harán pedazos; se volverá irrompible, impenetrable, irredimible…"
Cicatrices, todos las tenemos. Un corazón que ama está irremediablemente exponiéndose a que lo lastimen. Vaya que conozco de eso. Nunca me ha costado abrirme a otros o ser vulnerable, ser transparente suena siempre como una buena idea (aunque la prudencia ultimamente me dice que no lo es tanto). A pesar de todo, mi corazón no se ha rendido en ese aspecto. El dolor, las experiencias, las heridas, las traiciones y decepciones nos inclinan a endurecer nuestras almas, pero siempre es una decisión.
No se como explicar mi punto, solo sé que no hay manera de escapar del dolor, estamos en un mundo roto lleno de personas rotas que se hieren unas a otras, entre ellas yo. Ya no le tengo miedo a estar rota. Ahora he entendido que las cicatrices son solo marcas que te recuerdan cuanto amaste y cuanto valor le diste a algo, pregunten sino al hombre de la cruz, que lleva marcas en su costado, manos y pies. Él es mi ejemplo de como amar: primero al Padre, luego al prójimo como a mi mismo; siempre en ese orden porque sino es imposible perdonar y Él me enseña a perdonar en todas las ocasiones.
El punto no es si tu corazón se ha de romper o no, créeme que eso va a pasar (en pequeña o gran medida en cualquier relación con otro ser humano que tengas). Más bien se trata de elegir como reaccionar y escoger a quienes dejarás que entren a ti y te rompan el corazón. Escoge sabiamente, no todos son verdaderamente dignos de ese derecho: "Ama a todos, confía en pocos y no hagas daño a ninguno." decía Shakespeare, creo que es una buena forma de resumirlo.
Tatuajes, no todos tenemos uno. Un dibujo de tinta indeleble, una marca que llevas en tu piel por elección propia. Quiero llevar tatuajes del alma que hablen de a quién pertenezco, que apunten al cielo y te hagan voltear a verlo a él. Una elección tras otra, realizada un día y para siempre, de amor, de compromiso eterno de no sacarte de aquí adentro: Jesús tú eres mi tatuaje, implantado con tu sangre y que me demuestra que ni las tormentas ni los grandes éxitos te arrancan de mi piel. Tú eres mi decisión.
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