Feliz cumpleaños Monsieur Dior

Actualmente todo hablan de Dior. Ha sido un largo y hermoso camino desde que Dior cambio el mundo de la moda y el de la mujer con su colección Corolle en 1947, dando nacimiento al New Look. Pasando por Yves Saint Laurent, John Galliano, y ahora Raf Simons como directores creativos, la maison Dior ha evolucionado, pero sigue manteniendo la filosofía de su creador: que toda mujer se sienta como una princesa.

Así que bueno, este señor, es de mis personas favoritas de todo el mundo. Admiro a toda persona que aprecie la belleza femenina y la exalte hasta el máximo; él sabía hacer eso. Quizá les aburra leer lo siguiente, es un ensayo que hice sobre El New Look y la segunda guerra mundial para mi materia de Comunicación Oral y Escrita. Quien ame la historia y la moda tanto como yo, lo encontrarán apasionante. Espero les guste, hoy celebramos su cumpleaños, y este es una especie de tributo a su obra. 



La segunda Guerra Mundial como el detonante del:
 New Look

Corría el año de 1947, cuando alguien logró cambiar la sociedad a través de la belleza y la moda: Christian Dior presentaba su colección Corolle al mundo, y este jamás volvería a ser el mismo…

Este mundo del que hablamos, se encontraba en la escapada de una de sus peores etapas, por no decir que la peor. Escasez, enfermedad, sangre, aturdimiento y muertes, muchas muertes. La segunda guerra mundial había durado  aproximadamente 6 años, años en los que la vida nunca era fácil y la necesidad primaba por encima de la belleza, y la utilidad rebasaba la estética. Desde 1939 el planeta se vio envuelto en una serie de conflictos bélicos que no pararon hasta dejar a casi 10 millones de personas muertas. Esta guerra tuvo tal impacto, que hasta nuestros días sigue siendo la guerra más sangrienta de toda la historia de la humanidad. Fuerzas armadas de más de setenta países participaron de manera directa o indirecta, lo cual quiere decir que literalmente el mundo entero se vio inmerso en este asunto. Recordemos que los países principalmente involucrados se dividieron en dos bandos: los Aliados, formados por Gran Bretaña, Francia, la URSS, EUA y China; y por otra parte estaban las potencias del Eje, lideradas por Alemania, unida con Italia y Japón.

Para alcanzar a comprender realmente el impacto de una guerra sobre la sociedad, hay que mirar  de cerca la forma de vestir de sus ciudadanos, analizar como vestían antes de que comenzara el conflicto, y ver si hubo un antes y un después, y de esta manera comprobaremos si este hecho fue de relevancia o no. Para ejemplo podemos nombrar la Revolución francesa, que puso fin a la gloriosa y corta etapa del Rococó; o podemos también mencionar la guerra de Vietnam, y la liberación, revolución y protesta que llevo a los jóvenes a una expresión total de sus ideas, llevándolo también en la ropa. Y es así como sin darse cuenta, la moda se une y se entreteje con las partes mas profundas de una sociedad que se piensa independiente de ella, sin embargo una y otra vez, miramos que la moda y los sucesos de su tiempo se traducen en un reflejo sin igual; ya sean cambios políticos, sociales, económicos o artísticos; la moda siempre será nuestro mejor resumen de los ánimos de la gente, o por el contrario de sus sueños, anhelos, realidades y también frustraciones.

Es por eso que debemos comenzar por el principio, o la época de la preguerra, los años 30’s; en donde lo más importante era la elegancia y las mujeres vestían de lo más glamoroso, imitando a  las estrellas de Hollywood, como Marlene Dietrich. Hacia finales de los años 30, con el aumento de la tensión política, la línea ya se había simplificado en gran medida y, con el tiempo, había evolucionado hacia las formas angulosas. La falda volvía a ser más corta  y cubría justo las rodillas. También era más estrecha y a veces tenía pliegues muy delgados, que daban un aspecto de seriedad. Las chaquetas de los
trajes y los abrigos conservaban el estilo militar de aquellos años y, además de poseer hombros muy acolchados, también solía presentar hombreras y cinturones.

Para entonces, en 1939, Gran Bretaña y Francia deciden declarar la guerra a Alemania, y vertiginosamente la función de la belleza comienza cederle el lugar a la función de practicidad. Al comenzar la guerra las faldas se recortaron por debajo de las rodillas y el dobladillo era menor de 5 cm para ahorrar material. Los diseñadores estaban forzados a eliminar bolsillos extras, dobles pecheras y debían reducir el ancho y largo de las faldas. Esto produjo una nueva apariencia en la mujer.  Se acortaron las faldas y los vestidos se hicieron más estrechos combinados con chaquetas cortas. 

Durante el año 1941, se impuso en Inglaterra el racionamiento de ropa, que venía acompañado por instrucciones detalladas sobre el aprovechamiento de tejidos suministrados, así como los arreglos para las prendas viejas. La creciente escasez de materiales llevó a las mujeres a improvisar, se fabricaban sus propios sombreros a la moda, con lo que les sobraba del resto de otros materiales, estos sombreros ya no eran como tal un sombrero, sino más bien pequeños tocados; más las mujeres no se limitaban a ellos, ya que hacían lo mismo con otras prendas de vestir. Para ello recurrieron a todo tipo de materiales, que hasta entonces no se habían utilizado nunca. Para la consumidora media, en cuanto a la moda, lo más importante era saber trucos que le permitieran remendar el vestuario que poseía y alargarle la vida, esta mujer deseaba saber cómo se podía arreglar un vestido viejo para seguir llevándolo o cómo se podía hacer un abrigo; podemos observar como las revistas de la época se dedicaban a dar múltiples tips de cómo lograrlo.  Sin embargo, otra vez, las mujeres no se conformaron con eso, y encontraron una fantástica solución: crear conjuntos de dos piezas, que combinándolo con otro conjunto les daba más posibilidades para dar una apariencia nueva a cada combinación.

Otro detalle curioso fueron las medias, y el ingenioso sistema que emplearon las damas para sustituirlas dada las escasez del nylon. Lo que hacían era pintarse las piernas para dar el efecto de unas medias, incluso algunas mujeres maquillaban la parte posterior de las piernas para dar el efecto de la costura. Traigo a mención estos detalles, porque es fascinante ver como ni la más marcada escasez logra arrancarle a la mujer la necesidad de sentirse bella, aunque ella consiente de su alrededor, decide voluntariamente dejar esa prioridad de lado y dedicarse a lo más importante.  
Como los hombres iban a la guerra, las mujeres debían ocupar sus lugares en la industria y el comercio.  Eso obligó a un cambio en el vestido para adecuarse al medio laboral.  Las mujeres comenzaron a usar pantalones, overoles y turbantes en el trabajo. En 1939 se introdujo el pantalón para la mujer, que servía perfectamente en el trabajo, en especial en la industria bélica. Cabe mencionar que por primera vez en la historia a la mujer se le permitió participar en la guerra como algo más que una enfermera, sino como parte de la milicia. Podemos entonces ver, que la introducción del pantalón para mujer no supuso nada más el agregar una prenda más a su guardarropa, sino todo un tema de liberación y de acceso al mundo laboral masculino, cambiando así su rol en la sociedad, demostrando una vez más que las mujeres eran capaces de adaptarse a lo que el mundo dictara.


En 1940, en Francia, el gobierno alemán controló la alta costura. Incluso consideraron seriamente el trasladar la industria de la alta costura a Berlín. En aquellos años, Berlín era considerado un centro de la moda europea, pero nunca a la par de París, por tanto, el trasladar la industria de la alta costura francesa a la capital germana, significaba convertir al Reich en el centro mundial de la moda. Antes de la guerra, los modistos de Nueva York viajaban anualmente a París para asistir a las opulentas muestras de la moda que regía en la época. Ellos regresaban a EEUU y copiaban los diseños de la alta costura parisina. Al estallar la guerra en Europa, el bloqueo impedía realizar estos viajes anuales, obligando a los industriales estadounidenses a concentrarse en la moda deportiva. Así que ¿Porqué era importante cambiar la capital de la moda en medio de una guerra tan impactante? Significaba mucho más; invadir la moda suponía dictar y mandar también sobre algo que siempre ha dado al mundo esperanza y belleza; significaba además tomar control sobre todas las áreas, demostrando que la moda es importante a igual medida que otras artes.

Por otra parte, como ya hemos mencionado  la escasez de materiales y las limitaciones que se les daba a los diseñadores originaron que la industria del vestido quedara estancada, más aún que la moda no evolucionara, pues en líneas generales, las nuevas tendencias se mantuvieron hasta después de 1945.  Y entonces terminó la guerra. En ese mismo año, Hitler se suicida ante la derrota inminente del Eje Berlín-Roma-Tokio, y finalmente la guerra acaba de la manera más atroz con las bombas de Hiroshima y Nagasaki.
El mundo no es el mismo. Las cosas han cambiado mucho en esos 6 años. Las mujeres ya no son las mismas, los hombres tampoco, y el mundo ahora se encuentra acomodado y más dividido que nunca. «La guerra fue mala porque se perdieron amigos y familiares, pero la postguerra fue peor a causa del hambre y la pobreza, y de la falta de libertad.»; así  lo menciona Pedro Milos Hurtado, historiador chileno. Ahora los ganadores se dividían el mundo, dejándolo partido a la mitad por líneas de invisible frialdad: por un lado Estados Unidos, y por otro lado La Unión Soviética. La etapa de la guerra fría había llegado. Capitalismo versus Socialismo, y aunque no lo podamos ver a simple vista, el hecho de que estos dos países se convirtieran en líderes y a la vez en feroces competidores, le dio a esta etapa un tinte de avance a pasos firmes y veloces. Así que estamos en 1945, y tenemos tristeza, familias destruidas, ruinas y dolor por todas partes, no hay lugar aún para el despilfarro, es momento de comenzar a sanar las heridas profundas de un mundo dolido por tantos años de guerra.

Y de repente en París, surgió una esperanza llamada Colección Corola. Mademoiselle Chanel era escéptica del talento de este hombre cuya meta era hacer lucir a cada mujer como una princesa: Christian Dior. Ella se preguntaba muy molesta, si él estaba loco o se burlaba de las mujeres, pues “¿cómo pueden moverse con ‘esa cosa’?” Y efectivamente, “esa cosa” era el New Look. Fue la editora de moda, Carmel Snow quien bautizo así la silueta creada por Dior, impactada por el fuerte cambio que suponía este “nuevo look” que consistía en faldas a media pierna ahuecadas a la cadera, la cintura ajustada, la chaqueta entallada de hombros redondeados, completamente femenina.

Después de años de uniformes militares y civiles, restricciones y escasez de sastrería, Dior ofrece no sólo una nueva imagen, sino una nueva perspectiva.
A pesar del desprecio de Chanel, la curvilínea silueta de Dior sedujo de forma inmediata ala mujeres occidentales, privadas del glamour desde la II Guerra Mundial. En Estados Unidos, se podían comprar copias de new look por 25,95 dólares. Toda una revolución.

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, revolución significa “cambio rápido y profundo en cualquier cosa.” Y también supone “Inquietud, alboroto, sedición.” Exactamente eso causó el New Look. Pongámonos por unos segundos en el papel de mujer de finales de los años 40’s, mujeres que lucharon durante la guerra, quizá no con un arma pero si desde las trincheras de sus hogares y trabajos, eran mujeres que habían sufrido quizá la perdida de su esposo, hijo o hermano; mujeres que estaban cansadas de ver tanta destrucción a su alrededor, mujeres a las cuales la guerra les había arrebatado su derecho a ser femeninas; y entonces, cuando ya estaban acostumbradas a remendar un mismo vestido cuantas veces fuera necesario, y a ahorrar la mayor cantidad de tela, aparece en el horizonte de la moda una silueta que lo cambió todo. Ya no había escasez, ya no había pobreza. Esa falda, esa chaqueta, todo en ellas gritaba “la guerra ha terminado”;  y las mujeres se unieron a ese grito de celebración al adoptar esta silueta como la que marcaría el hito de la moda durante la década siguiente.

La antigua directora de la revista Telva, Covadonga O’Shea, ha afirmado que “la moda es el mejor reflejo de lo que ocurre en una sociedad” y con el New Look uno no puede estar más de acuerdo.

El New Look fue muchísimo mas que un conjunto de falda y saco, mucho mas que una línea impecablemente femenina; el new look probó una vez más como la moda tiene un papel fundamental en la vida de las personas, en especial de las mujeres; la belleza es algo que va casi adjunto al corazón de una mujer, ellas saben dar color y calor a cualquier lugar a donde llegan, y el simple hecho de aguantar tantos años de guerra en sacrificio, era una belleza sublime que se transformó en una recompensa de hermosura, quizá nunca suficiente para saciar el hueco de las perdidas, pero si como un paliativo, como una bonita anestesia: la colección Corola, una nueva silueta.


Monsieur Dior supo traducir los pensamientos de cada mujer lastimada por el paso de la Segunda Guerra Mundial, y los trasladó del corazón a la tela de una manera magistral. Por eso Dior cambio el mundo, y no solo la moda, por eso él es recordado, no solo como un genio creativo, sino como una gran persona; preocupado más por el hacer sentir especiales a sus clientas que por el tamaño de sus faldas… 

Hay cambios que  suceden tan rápido que no se les ve venir, pero que cuando llegan uno sabe y tiene la certeza de que llegaron en el momento justo, y que las cosas jamás podrían haber sido de otra manera; así el New Look se ha colocado en la historia de la moda como la prueba de que la moda evoluciona y se revoluciona a la par que la conciencia colectiva.

En esta sociedad a la mujer se le exige ser bella, pero más que una exigencia, parece ser una necesidad intrínseca de expresar y trasladar esa belleza a su mundo, a su familia, a su alrededor, a su propio existir; y con el New Look fue como si explotara desde adentro y se ajustara perfectamente al anhelo de su corazón; terminando una etapa, cerrando una herida y celebrando lo que habría de venir para ellas: cambios, moda, mayor libertad, revolución. 











Créanme cuando digo que pagaría lo que fuera por usar uno de sus vestidos de esa época en mi boda. Estas son la clase de imágenes que puedo estar viendo por mucho tiempo y suspirar por tanta belleza.

Joyeux anniversaire Monsieur Dior!


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