The death of me

Hay lugares muy profundos en el alma de cada persona, creo que a veces están tan ocultos que ni siquiera nos damos cuenta de que están ahí, hasta que en algún momento donde se alinean varios factores salen a la luz: lo peor de nosotros...

Este es el último post del año.

2015... de verdad me dejó sin palabras, comenzó siendo algo y termina siendo lo contrario, mi mundo entero dio un vuelco de 180º. Reconozco que me equivoqué, que hice cosas que según yo jamás iba a hacer, que descubrí que soy capaz de lastimar aunque nunca lo hiciera con intención, reconozco que me perdí a mi misma entre tantas vueltas, que Dios probó mi corazón para ver que es lo que llevo dentro y que estoy en el proceso de encontrarme otra vez dentro de Él. Si pudiera resumir en una palabra mi año sería: MISERICORDIA, de verdad Dios ha sido todo lo que Él dice que es, siempre bueno, siempre perdonador, siempre dispuesto a darnos un nuevo comienzo. Entre muchos enredos, nuevas formas de servirlo, regalos, milagros y cosas locas, Él me demostró que me ama y que nunca me deja. Ha sido un año duro definitivamente, pero también ha sido un año maravilloso; agridulce diría yo, de muchas perdidas y de muchas ganancias. 

Estoy lista para volver a recomenzar. Titulé este post como "The death of me" porque según la palabra de Dios uno debe morir a sí mismo para poder seguir a Jesús, ese es mi reto diario, morir a mi egoísmo, a mi temor, a veces a mis sueños y mis anhelos, tan sólo por estar cerca de él.

Este año nuevo quiero que mi propósito sea estar totalmente muerta, y que el único que viva en mí sea Jesús, que como el apóstol Pablo decía yo pueda decir:  

"Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo." 

No es fácil, ni siquiera creo que pueda decir ni poquito que vivo mi vida de esa forma, pero no hay otra manera en que desee hacerlo, no importa si me paso la vida entera intentando y fracasando, no me voy a rendir hasta lograrlo. 

Quiero concluir con mi salmo favorito que realmente me habla demasiado al finaliza este año.

SALMO 103

¡Bendice, alma mía, al Señor!

¡Bendiga todo mi ser su santo nombre!

2 

¡Bendice, alma mía, al Señor,

y no olvides ninguno de sus beneficios!

Él es quien perdona todas tus pecados,
el que sana todas tus dolencias;

El que rescata del hoyo tu vida,

El que te corona de favores y misericordias;

Te bendice en abundancia,
    te rejuvenece como el águila cuando muda el plumaje.

El Señor es compasivo y misericordioso,
    lento para enojarse y está lleno de amor inagotable.

No nos reprenderá todo el tiempo,
    ni seguirá enojado para siempre.

No nos ha tratado como merece nuestra maldad,
Ni nos ha castigado como merecen nuestros pecados.

El fiel amor que Dios les tiene a los que lo respetan

    es tan inmenso como el cielo sobre la tierra.

Dios se ha llevado nuestros pecados tan lejos de nosotros

    como lejos están el oriente y el occidente.

El Señor se compadece de los que le honran
con la misma compasión del padre por sus hijos.

Pues él sabe lo débiles que somos;
    se acuerda de que somos tan solo polvo.

Nuestros días sobre la tierra son como la hierba;
    igual que las flores silvestres, florecemos y morimos.

    como si nunca hubiéramos estado aquí.

  

El viento sopla, y desaparecemos
    como si nunca hubiéramos estado aquí.

Pero el amor del Señor permanece para siempre
    con los que le temen.

¡Su salvación se extiende a los hijos de los hijos

    de los que son fieles a su pacto,
    de los que obedecen sus mandamientos!

El SEÑOR ha colocado su trono en el cielo;
    y desde allí su reino lo controla todo.

FOTOGRAFÍA: Christian Cardiel

Pantalón: Zara

Brassier: Aerie

Vestido: Vintage

Chamarra: Pull&bear

Botas: LOB

Dije: Centro Joyero

AGRADECIMIENTOS ESPECIALES: MARTÍN ZAPIÉN MACIEL y a SUITES BERNINI por permitirnos usar su azotea.